Calenda sufre los estragos de "el aullido", un viento huracanado que azota el pueblo en esta época del año y que multiplica sus efectos cuando coincide con noches de luna llena. Esta vez, hasta los habitantes más veteranos están sorprendidos por la fuerza del viento y los daños que está causando.
Las autoridades se verán obligadas a tomar medidas extraordinarias para intentar proteger a los vecinos. Por el momento, han decidido que los alumnos pasen la noche en el instituto, una noticia que Joel recibirá con desesperación. Si la luna llena le atrapa encerrado en el colegio, se convertirá en un peligro mortal para todos sus compañeros.
Ha llegado el informe del juez que instruye el caso del Chato. En él, éste confiesa que fue él quien montó todo el entramado para inculpar al teniente Pando, pero también asegura que no asesinó al capitán Costa. Cuando llegó al lugar de los hechos, el cuerpo del capitán había desaparecido. Por tanto, el asesino de Calenda anda suelto e intentará atacar de nuevo esta noche. Han reforzado los equipos de vigilancia pero el tornado les hará imposible cumplir con su trabajo. ¿Quién será el siguiente en morir?
Para descartar todas las posibles opciones y dados los testimonios con los que cuentan, la jueza pide al equipo de investigación que no descarte ninguna hipótesis, ni siquiera la de que el asesino sea un hombre lobo, al menos para entender por qué se comporta como si lo fuera. Sonia y Nacho intentan consultar libros donde se hable de las leyendas del pueblo y de los rituales licántropos pero descubren que todos los libros de la biblioteca municipal relacionados con este tema están prestados. Todos han sido alquilados por la misma persona, no tienen más que seguir su pista.
Carola intenta hablar con Nacho, pensando y esperando que el joven entre en razón y deje a Vera, pero nada más lejos de la realidad. Nacho defiende su amor por Vera y le confiesa que llevan varios meses juntos. Carola, fu
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