Coque, indeciso sobre cómo invertir el dinero de su herencia, acaba financiando el avanzado proyecto tecnológico de Fermín: una empresa de criogenización que congela cadáveres para que puedan ser resucitados en el futuro. Por otra parte, Diego obliga a su madre a convivir con una cuidadora interna. Para quitársela de encima, la anciana pedirá ayuda a Amador.
Tras descubrir que Ongombo, su novio congoleño, le es infiel con Menchu, Berta, dolida, llama a Inmigración para que lo devuelvan su país de origen. Entretanto, Bruno, en busca de una nueva actividad profesional, inicia una prometedora labor como restaurador de muebles.
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